martes, 9 de septiembre de 2014

El Chupete

Hoy voy a hablar del chupete, ese artilugio usado y criticado desde siempre. En el mercado existen multitud de tipos, anatómico o no, de látex o silicona....y de distintos tamaños. Todos ellos tienen que cumplir las normas fijadas por AENOR que son: "debe estar hecho de material plástico, tener bordes redondeados, poseer una anilla o tirador que permita extraerlo de la boca y la tetina no puede ser superior a 3,3 cm. Por último, la base del chupete debe ser lo suficientemente grande para evitar que el niño pueda introducirse todo el chupete en la boca, con el consiguiente riesgo de asfixia".Pues bien, escogeremos el que mejor se adapte al bebe y con un tamaño adecuado a su boca.



En cuanto a sus cuidados, debemos recordar que mientras el niño no repta o gatea, debería esterilizarse una vez al día especialmente los primeros tres meses. Luego sólo debe mantenerse limpio salvo que el bebé tenga otitis medias o candidiasis bucales de repetición, en cuyo caso debemos extremar la higiene del chupete esterilizándolo amenudo (es un foco de infección).
También es interesante cambiarlo frecuentemente especialmente en los niños con dientes para evitar que el bebé se atragante con los pequeños fragmentos.

Una vez que ya lo elegimos, nos surge una duda, y ¿cuándo se lo puedo ofrecer? Pues si estamos con lactancia materna, mejor dejarlo para cuando esté bien establecida, tras unas 2 semanas aproximadamente. Esto es debido a que la succión del chupete o biberón es distinta a la succión del pecho, lo que genera confusión en el recién nacido así como que mientras lo succiona, sacia su necesidad de chupar. Por tanto, si no queremos cargarnos la lactancia materna, no interfiramos inicialmente en su aprendizaje con el chupete. Con la lactancia artificial, tampoco es que sea recomendable al principio, pero como el mecanismo de succión es similar, no afectaría tanto.

¿Y hasta cuando se lo puedo ofrecer? Pues hasta los 2 años, aunque si vemos que lo necesita para dormir o calmarse, excepcionalmente, le daremos de tope hasta los 3 años. Tras esa edad ya no debería usarlo bajo ningún concepto ni de día ni de noche porque le generaría una malformación de los dientes, mandíbula o paladar con el consiguiente cambio del patrón respiratorio, dificultades en el desarrollo del habla y la pronunciación. Según la Sociedad Española de Odontología Pediátrica (SEOP), los efectos del chupete no retirado a tiempo son:
 "Cuando un niño se introduce la tetina de un chupete en la boca y lleva a cabo lo que los expertos denomina succión no nutritiva (el propósito de este acto no es ingerir alimento alguno) los dientes centrales inferiores se desvían paulatinamente hacia dentro, mientras que los que se encuentran en el mismo plano, pero en el maxilar superior, tienden a separarse y a sobresalir hacia fuera (dientes de conejo). Con el tiempo, los caninos (colmillos) chocan entre sí y ambas filas de dientes no se cierran correctamente (mordida abierta). Además, la acción de succionar pone en funcionamiento una serie de músculos de la cara que, junto con la posición de la lengua, hacen que, finalmente las líneas superiores e inferiores pierdan su paralelismo (mordida cruzada)."

Algunos consejos para retirarlo son:
- que su retirada no coincida con otro cambio. Tiene que haber tranquilidad
- debe darse un refuerzo positivo y felicitarle por su logro
- explicarle que no le va a suceder nada malo, que ya es grande y no lo necesita
- untar la tetina con algún líquido de sabor desagradable (vinagre,...)
- cortar la tetina
- decirle, por ejemplo, que se lo llevaron los reyes magos
y lo mas importante de todo es que todos los cuidadores del bebé deben actuar igual y que una vez que se retira, no hay marcha atrás

Pero a pesar de todo lo dicho, el chupete tiene sus beneficios y es que previene la muerte súbita del lactante, además que le relaja, tranquiliza y tiene efecto analgésico.



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