La alimentación complementaria, diversificación alimentaria o el BEIKOST, como se conoce en Europa, consiste en la introducción paulatina de alimentos distintos a la leche en el bebé, hasta llegar a la dieta del adulto. Cuántas dudas se nos pueden presentar con este tema. En cada pediatra, zona, país...se siguen unas recomendaciones distintas. Está claro que la alimentación es distinta en cada lugar y en función de eso, se realizará la introducción en un orden u otro. Siguiendo las recomendaciones de la SEGHNP (sociedad española de gastroenterología, hepatología y nutrición pediatrica), sería lo siguiente:
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El agua: con la alimentación complementaria se necesita un aporte extra de agua además del contenido en la leche especialmente si el clima es caluroso.
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La leche: Mantener una ingesta diaria de 500ml/día. La leche de vaca es una fuente pobre en hierro y no debería usarse antes de los 12 meses. La leche desnatada, semi-desnatada o condensada no deberían usarse en niños menores de 2 años.
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Los cereales (sin gluten): entre los 4-5 meses introducir el arroz, maíz, soja, mijo, tapioca. Es el primer alimento con que se puede complementar la lactancia. Las primeras tomas pueden iniciarse con 1-2 cucharaditas al día. Entorno a los 6 meses, lo podemos aumentar a 5-7 cucharaditas al día Hacia los 8 meses podemos espesar la papilla con 8-9 cucharaditas al día
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Las frutas: introducirlas a los 5 meses. Comenzar por el plátano, pera, manzana, mandarina, naranja y ciruela. No añadir azúcar, galletas ni miel. Se pueden espesar con harina de cereales sin gluten. Evitar inicialmente las frutas potencialmente alergénicas como son la mora, frambuesa, fresa, kiwi, melón y el melocotón.
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Las verduras: se darán a partir de los 6 meses en forma de puré. Comenzar por la patata, zanahoria, calabaza, calabacín, judia verde, puerro, apio, tomate y cebolla. Tras los 12 meses, podemos dar verduras de hoja verde (espinacas, acelgas), col, coliflor, espárragos, ajo y remolacha ya que contienen nitratos y pueden dar intoxicaciones. Añadir una cucharadita de aceite de oliva.
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La carne: comenzar también a los 6 meses con las verduras. Ofrecer en este orden el pollo, ternera, pavo, cordero y el cerdo. No dar vísceras, pieles ni grasas.
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Los cereales (con gluten) y galletas: a los 7 meses daremos trigo, cebada, centeno y avena. Deben de evitarse antes de los 4 meses y no introducir mas tarde de los 7 meses por el riesgo de provocar la enfermedad celíaca o diabetes tipo 1. La dosificación sería similar a los sin gluten.
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Pescado blanco: a los 9 meses daremos merluza, rape, lenguado, platija, gallo...
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El yogurt y derivados lácteos: a los 10 meses comenzar por el natural tras haber introducido la leche de inicio y/o continuación sin problemas.
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El huevo: no introducirlo hasta los 10 meses. Debe administrase bien cocinado para evitar la salmonelosis, comenzando con la yema cocida y posteriormente con la clara.
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Las legumbres: pueden ofrecerse en el último trimestre cerca del año.
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Miel: tiene riesgo de desarrollar el botulismo. Por eso no debe darse antes de los 12 meses.
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Pescado azul: desde los 18 meses. No darlo antes por el riesgo de contener metales pesados.
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Chocolate: a partir de los 2 años ya que puede provocar alergias (por su contenido en histaminas)
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Marisco: a partir de los 2 años.
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Frutos secos: nunca dar antes de los 4 años por riesgo de atragantamiento.
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Productos manufacturados (potitos): aunque su consumo es seguro, suelen tener más contenido calórico y sal que lo preparado en casa.
La alimentación complementaria se introducirá a los 6 meses con lactancia materna exclusiva y entre los 4 y los 6 meses con lactancia artificial. El motivo de no introducirla antes de los 4 meses es por el insuficiente desarrollo neurológico, renal y gastrointestinal del bebé. Además en este momento desaparece el reflejo de extrusión que facilita la introducción de otros alimentos distintos a la leche. También introducirla antes de los 4 meses podría generar riesgo de dermatitis atópica.
Recordad que esperaremos unos 3 días entre cada alimento nuevo introducido ya que si surgen alergias, podremos identificarlo con más claridad.
A partir de los 4 años el niño ya puede comer de todo