lunes, 22 de septiembre de 2014

Cuando pasarlo de la cuna a la cama

Muchas veces nos hemos preguntado, ¿cuándo pasaré a mi hij@ a su cama?. Pues bien, no existe un momento preciso, aunque la mayoría lo pasan entre los 18 meses y los 3 años y medio. Generalmente, el momento adecuado sería cuando el niño sabe ir al baño y subirse/bajarse de la cama solito. Pero a veces, el cambio no depende del niño sino de las necesidades de sus padres. Las causas que pueden acelerar este cambio, son:





- La llegada de un hermanito: Si este es el condicionante, lo ideal sería hacer la transición unas 8 semanas antes del nacimiento. Si el recién nacido va a dormir en moisés al inicio, entonces se podría hacer el cambio durante 3-4 meses que es cuando el nuevo bebé ocuparía la cuna.

- Bebé demasiado activo en la cuna: Los padres tienen miedo de que salte los barrotes. En este momento, no es necesario cambiarlo ya a la cama. Podríamos probar primero a bajar más el colchón de la cuna o a poner como unas redes que se fijan a las barandillas, creando como una especie de toldo. También es bueno retirar los protectores laterales desde el momento en que el niño se pone de pie en los muebles.

-Bebé demasiado grande para la cuna

Si ya hemos tomado la decisión, para facilitar el cambio, sería bueno que la cama ocupase el mismo lugar de la cuna. Es útil que pongamos en la cama una barandilla para evitar que el niño se caiga. Cuando veamos que el niño ya sabe subirse y bajarse solo de la cama, podríamos retirar dicha barandilla. La cama no debería ser muy alta y no deberían quedar huecos entre el colchón y el armazón de la misma, para evitar que cuele un pie o mano. El cabecero tambien deberá ser lo más sencillo posible, evitando los barrotes. Tampoco tendrá esquinas puntiagudas.

Otra opción sería, mientras que el niño es muy inquieto, poner el colchón de la cama en el suelo sobre un aislante y pasarlo luego a la cama.

Algunos niños llevan mal el cambio y quieren volver a su cuna. No desistamos ante la primera de cambio. Vamos a intentar que duerma en la cama y si no somos capaces, pues volveremos a la cuna momentáneamente (por eso es bueno hacer la transición con tiempo y no con presiones). Cada niño tiene su ritmo y hay que respetarlo. Volver a la cuna no es un retroceso, sino que forma parte de su evolución.

Y finalmente, debemos recordar que como en todos los cambios que va experimentando nuestro hij@, la SEGURIDAD SE LA TRANSMITIMOS NOSOTROS.

jueves, 18 de septiembre de 2014

La alimentación complementaria


         

           La alimentación complementaria, diversificación alimentaria o el BEIKOST, como se conoce en Europa, consiste en la introducción paulatina de alimentos distintos a la leche en el bebé, hasta llegar a la dieta del adulto. Cuántas dudas se nos pueden presentar con este tema. En cada pediatra, zona, país...se siguen unas recomendaciones distintas. Está claro que la alimentación es distinta en cada lugar y en función de eso, se realizará la introducción en un orden u otro. Siguiendo las recomendaciones de la SEGHNP (sociedad española de gastroenterología, hepatología y nutrición pediatrica), sería lo siguiente:

-El agua: con la alimentación complementaria se necesita un aporte extra de agua además del contenido en la leche especialmente si el clima es caluroso.

-La leche: Mantener una ingesta diaria de 500ml/día. La leche de vaca es una fuente pobre en hierro y no debería usarse antes de los 12 meses. La leche desnatada, semi-desnatada o condensada no deberían usarse en niños menores de 2 años.

-Los cereales (sin gluten): entre los 4-5 meses introducir el arroz, maíz, soja, mijo, tapioca. Es el primer alimento con que se puede complementar la lactancia. Las primeras tomas pueden iniciarse con 1-2 cucharaditas al día. Entorno a los 6 meses, lo podemos aumentar a 5-7 cucharaditas al día Hacia los 8 meses podemos espesar la papilla con 8-9 cucharaditas al día

-Las frutas: introducirlas a los 5 meses. Comenzar por el plátano, pera, manzana, mandarina, naranja y ciruela. No añadir azúcar, galletas ni miel. Se pueden espesar con harina de cereales sin gluten. Evitar inicialmente las frutas potencialmente alergénicas como son la mora, frambuesa, fresa, kiwi, melón y el melocotón.

-Las verduras: se darán a partir de los 6 meses en forma de puré. Comenzar por la patata, zanahoria, calabaza, calabacín, judia verde, puerro, apio, tomate y cebolla. Tras los 12 meses, podemos dar verduras de hoja verde (espinacas, acelgas), col, coliflor, espárragos, ajo y remolacha ya que contienen nitratos y pueden dar intoxicaciones. Añadir una cucharadita de aceite de oliva.

-La carne: comenzar también a los 6 meses con las verduras. Ofrecer en este orden el pollo, ternera, pavo, cordero y el cerdo. No dar vísceras, pieles ni grasas.

-Los cereales (con gluten) y galletas: a los 7 meses daremos trigo, cebada, centeno y avena. Deben de evitarse antes de los 4 meses y no introducir mas tarde de los 7 meses por el riesgo de provocar la enfermedad celíaca o diabetes tipo 1. La dosificación sería similar a los sin gluten.

-Pescado blanco: a los 9 meses daremos merluza, rape, lenguado, platija, gallo...

-El yogurt y derivados lácteos: a los 10 meses comenzar por el natural tras haber introducido la leche de inicio y/o continuación sin problemas.

-El huevo: no introducirlo hasta los 10 meses. Debe administrase bien cocinado para evitar la salmonelosis, comenzando con la yema cocida y posteriormente con la clara.

-Las legumbres: pueden ofrecerse en el último trimestre cerca del año.

-Miel: tiene riesgo de desarrollar el botulismo. Por eso no debe darse antes de los 12 meses.

-Pescado azul: desde los 18 meses. No darlo antes por el riesgo de contener metales pesados.

-Chocolate: a partir de los 2 años ya que puede provocar alergias (por su contenido en histaminas)

-Marisco: a partir de los 2 años.

-Frutos secos: nunca dar antes de los 4 años por riesgo de atragantamiento.

-Productos manufacturados (potitos): aunque su consumo es seguro, suelen tener más contenido calórico y sal que lo preparado en casa.

La alimentación complementaria se introducirá a los 6 meses con lactancia materna exclusiva y entre los 4 y los 6 meses con lactancia artificial. El motivo de no introducirla antes de los 4 meses es por el insuficiente desarrollo neurológico, renal y gastrointestinal del bebé. Además en este momento desaparece el reflejo de extrusión que facilita la introducción de otros alimentos distintos a la leche. También introducirla antes de los 4 meses podría generar riesgo de dermatitis atópica.
Recordad que esperaremos unos 3 días entre cada alimento nuevo introducido ya que si surgen alergias, podremos identificarlo con más claridad.

A partir de los 4 años el niño ya puede comer de todo




                                                                                         





martes, 9 de septiembre de 2014

El Chupete

Hoy voy a hablar del chupete, ese artilugio usado y criticado desde siempre. En el mercado existen multitud de tipos, anatómico o no, de látex o silicona....y de distintos tamaños. Todos ellos tienen que cumplir las normas fijadas por AENOR que son: "debe estar hecho de material plástico, tener bordes redondeados, poseer una anilla o tirador que permita extraerlo de la boca y la tetina no puede ser superior a 3,3 cm. Por último, la base del chupete debe ser lo suficientemente grande para evitar que el niño pueda introducirse todo el chupete en la boca, con el consiguiente riesgo de asfixia".Pues bien, escogeremos el que mejor se adapte al bebe y con un tamaño adecuado a su boca.



En cuanto a sus cuidados, debemos recordar que mientras el niño no repta o gatea, debería esterilizarse una vez al día especialmente los primeros tres meses. Luego sólo debe mantenerse limpio salvo que el bebé tenga otitis medias o candidiasis bucales de repetición, en cuyo caso debemos extremar la higiene del chupete esterilizándolo amenudo (es un foco de infección).
También es interesante cambiarlo frecuentemente especialmente en los niños con dientes para evitar que el bebé se atragante con los pequeños fragmentos.

Una vez que ya lo elegimos, nos surge una duda, y ¿cuándo se lo puedo ofrecer? Pues si estamos con lactancia materna, mejor dejarlo para cuando esté bien establecida, tras unas 2 semanas aproximadamente. Esto es debido a que la succión del chupete o biberón es distinta a la succión del pecho, lo que genera confusión en el recién nacido así como que mientras lo succiona, sacia su necesidad de chupar. Por tanto, si no queremos cargarnos la lactancia materna, no interfiramos inicialmente en su aprendizaje con el chupete. Con la lactancia artificial, tampoco es que sea recomendable al principio, pero como el mecanismo de succión es similar, no afectaría tanto.

¿Y hasta cuando se lo puedo ofrecer? Pues hasta los 2 años, aunque si vemos que lo necesita para dormir o calmarse, excepcionalmente, le daremos de tope hasta los 3 años. Tras esa edad ya no debería usarlo bajo ningún concepto ni de día ni de noche porque le generaría una malformación de los dientes, mandíbula o paladar con el consiguiente cambio del patrón respiratorio, dificultades en el desarrollo del habla y la pronunciación. Según la Sociedad Española de Odontología Pediátrica (SEOP), los efectos del chupete no retirado a tiempo son:
 "Cuando un niño se introduce la tetina de un chupete en la boca y lleva a cabo lo que los expertos denomina succión no nutritiva (el propósito de este acto no es ingerir alimento alguno) los dientes centrales inferiores se desvían paulatinamente hacia dentro, mientras que los que se encuentran en el mismo plano, pero en el maxilar superior, tienden a separarse y a sobresalir hacia fuera (dientes de conejo). Con el tiempo, los caninos (colmillos) chocan entre sí y ambas filas de dientes no se cierran correctamente (mordida abierta). Además, la acción de succionar pone en funcionamiento una serie de músculos de la cara que, junto con la posición de la lengua, hacen que, finalmente las líneas superiores e inferiores pierdan su paralelismo (mordida cruzada)."

Algunos consejos para retirarlo son:
- que su retirada no coincida con otro cambio. Tiene que haber tranquilidad
- debe darse un refuerzo positivo y felicitarle por su logro
- explicarle que no le va a suceder nada malo, que ya es grande y no lo necesita
- untar la tetina con algún líquido de sabor desagradable (vinagre,...)
- cortar la tetina
- decirle, por ejemplo, que se lo llevaron los reyes magos
y lo mas importante de todo es que todos los cuidadores del bebé deben actuar igual y que una vez que se retira, no hay marcha atrás

Pero a pesar de todo lo dicho, el chupete tiene sus beneficios y es que previene la muerte súbita del lactante, además que le relaja, tranquiliza y tiene efecto analgésico.